Hasta el momento he sido, o creo ser: resumida de estatura, amplia de utopías. Amante del frío, la música, los gatos y también los árboles. Defectuosa en números, químicos y rayados; exploradora de letras, historias y bosques.
Mis ojos son obscuros, con un café matutino, mi piel es clara y mi pelo se va destiñendo, a medida que su liso peso cae al suelo.
Surda por elección, terca porque sí; fanática del sol y del café, de los picaflores y del humo. Temerosa de mares, botes y puentes. Burlesca por herencia, sedentaria por desgracia; desprecio la injusticia y la represión, tanto como al queso.
Hija del sur y del centro, de las leyes y la pedagogía, del perro y el gato.
Interminable de espejos, incansable de peinetas; pelirroja frustrada, furibunda en el debate. Exagerada, veleidosa, polémica, despistada, comprensiva y afectuosa.
Sureña de vez en cuando, especialista en extravíos, amiga de mis amigos, terror del maquillaje y los lápices.
marzo 29, 2012
marzo 27, 2012
marzo 17, 2012
nubes.
Me recuesto en el pasto, miro al cielo y veo como el humo de mi cigarrillo se va camuflando en él. En ese instante, me pongo a pensar, miro, observo y me deleito con el festival de algodones que se ve en el cielo, nubes de diversas figuras estrambóticas, de un color diáfano, como diciéndome que puedo recostarme en ella.
Sin darme cuenta, mi cigarro se consumió por completo, un leve calor entre mis dedos me hizo reaccionar, rápidamente doy mi última fumada y lo apago, para seguir con mi ocio.
No pasa mucho y vuelvo a prender un cigarro, el resto de la gente habla, y yo a ratos interrumpo mi fantasía, para recordarles que sigo ahí. Pero, sólo es un instante, porque prefiero analizar las nubes, prefiero mirar e imaginarme un sabor, así como el que tienen los algodones de azúcar, esos que tanto me gustaban...
Se volvió a consumir mi cigarro, entonces decido volver e integrarme nuevamente a la conversación...
marzo 16, 2012
marzo 10, 2012
marzo 06, 2012
siempremás.
El padre observa el paisaje y al ver muchos niños con un número dos, decide comprarle a su hijo, con todo su esfuerzo, un número cuatro. Conforme, sale con su número.
Llega con los demás y presume su número. Todo va bien, hasta que ve a otro con un número seis. Envidioso, rompe el cuatro y con llantos y pataletas, exige un número 8.
Llega con los demás y presume su número. Todo va bien, hasta que ve a otro con un número seis. Envidioso, rompe el cuatro y con llantos y pataletas, exige un número 8.
marzo 03, 2012
frío
Como quisiera que llegue el frío a Santiago, el calor ya no da tregua ni a un solo habitante de esta ciudad.
Que agradable sería salir a caminar, sintiendo como el viento helado choca con mi cara y sin piedad, congela mis huesos, para así calentarlos con un fiel café.
Invierno, aparece luego...
Que agradable sería salir a caminar, sintiendo como el viento helado choca con mi cara y sin piedad, congela mis huesos, para así calentarlos con un fiel café.
Invierno, aparece luego...
marzo 02, 2012
soledad.
Inició la travesía por esa mágica ciudad. Al llegar a un parque decidió sentarse a descansar y a leer un poco, quizás pensar... Quería compartir con su soledad.
Pensó en lo sobre valorada que está la compañía, ya nadie sabe apreciar la belleza de estar sola.
La gente la mira raro. Ella solo sonríe a su libro y escucha un par de voces diciendo:
- ¡Pobre niña! debe estar esperando a alguien.
Sin tomar importancia, se recostó en el pasto, con la mirada perdida en el cielo.
De la nada se paró eufórica y comenzó a gritar...
-¡Hay veces que la soledad, es la mejor compañera!...- y se fue.
Pensó en lo sobre valorada que está la compañía, ya nadie sabe apreciar la belleza de estar sola.
La gente la mira raro. Ella solo sonríe a su libro y escucha un par de voces diciendo:
- ¡Pobre niña! debe estar esperando a alguien.
Sin tomar importancia, se recostó en el pasto, con la mirada perdida en el cielo.
De la nada se paró eufórica y comenzó a gritar...
-¡Hay veces que la soledad, es la mejor compañera!...- y se fue.
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