Sin darme cuenta, mi cigarro se consumió por completo, un leve calor entre mis dedos me hizo reaccionar, rápidamente doy mi última fumada y lo apago, para seguir con mi ocio.
No pasa mucho y vuelvo a prender un cigarro, el resto de la gente habla, y yo a ratos interrumpo mi fantasía, para recordarles que sigo ahí. Pero, sólo es un instante, porque prefiero analizar las nubes, prefiero mirar e imaginarme un sabor, así como el que tienen los algodones de azúcar, esos que tanto me gustaban...
Se volvió a consumir mi cigarro, entonces decido volver e integrarme nuevamente a la conversación...