marzo 17, 2012

nubes.

Me recuesto en el pasto, miro al cielo y veo como el humo de mi cigarrillo se va camuflando en él. En ese instante, me pongo a pensar, miro, observo y me deleito con el festival de algodones que se ve en el cielo, nubes de diversas figuras estrambóticas, de un color diáfano, como diciéndome que puedo recostarme en ella.
Sin darme cuenta, mi cigarro se consumió por completo, un leve calor entre mis dedos me hizo reaccionar, rápidamente doy mi última fumada y lo apago, para seguir con mi ocio.
No pasa mucho y vuelvo a prender un cigarro, el resto de la gente habla, y yo a ratos interrumpo mi fantasía, para recordarles que sigo ahí. Pero, sólo es un instante, porque prefiero analizar las nubes, prefiero mirar e imaginarme un sabor, así como el que tienen los algodones de azúcar, esos que tanto me gustaban... 
Se volvió a consumir mi cigarro, entonces decido volver e integrarme nuevamente a la conversación...